Vender empresa con deudas - ¿Qué alternativas hay?

Vender una empresa con deudas en España es posible, pero la venta no implica la desaparición de la obligación pendiente. Que esta operación de venta tenga éxito, tiene que ver con diferentes factores como, que haya un comprador dispuesto a adquirir la empresa en condición de deuda.

Debido al impacto de esta operación, es necesario que se efectúe con precaución para evitar infringir la ley. Actualmente, hay múltiples inversores que compran empresas insolventes, pues esta acción conlleva algunos beneficios.

Consejos antes de vender una empresa con deudas

Lo primero que debes tener claro es que la venta de la empresa no desaparece tus responsabilidades con ésta y con los acreedores. A pesar de que vendas la compañía, sigues siendo el responsable por los próximos dos años.

Al pensar en vender la empresa, evalúa todas las posibilidades existentes como la venta parcial o total. Asimismo, puedes ceder la dirección de la empresa y seguir siendo el propietario.

¿Cómo vender una empresa en pérdidas?

Al momento de vender una empresa con deuda, existen dos maneras de hacerlo:

  1. Venta parcial: en este caso, vendes solo una parte de la sociedad y continúas siendo socio de la misma.
  2. Venta total: vendes todas las acciones a tu nombre en la empresa y dejas de ser socio de ésta.

La mejor opción de venta depende de las necesidades particulares en cada caso. Lo más importante es contar con el asesoramiento adecuado para sacar el máximo provecho. En ocasiones es conveniente vender una parte de la empresa para obtener liquidez y hacer frente a las deudas.

Aspectos a considerar antes de vender empresa con deudas

Para saber cómo vender una empresa con deuda, asegúrate de tener presentes algunos puntos claves:

A pesar de que logres vender la empresa, mantendrás obligaciones como gestor hasta después de dos años de la venta.

Si eres avalista de deudas resulta mucho más complicado vender la empresa, ya que la venta implica la ausencia de gestión de dichos avales.

Hay varias limitaciones de vender una empresa con deuda, pero la más importante es que no ganarás demasiado dinero con la venta. La finalidad de estas operaciones es encontrar a quien se haga cargo de las deudas de la compañía. Incluso, en algunos casos la venta tiene un valor simbólico de 1€.

Antes de avanzar con la venta de la empresa en estas circunstancias, es fundamental valorar la compañía a fin de conocer los riesgos y definir un precio beneficioso para el comprador. No se puede pensar en ganancias dinerarias, sino en hallar un comprador que asuma las deudas de tu empresa.

Principales obligaciones a considerar al comprar una empresa con deudas

Algunas de las obligaciones más importantes a considerar antes de comprar una empresa con deudas son:

Obligaciones laborales

El traspaso de titularidad de una empresa implica que el nuevo dueño debe actuar con base a los derechos y obligaciones de trabajo, y de seguridad social existentes para los empleados que estén trabajando en la compañía.

Si existen deudas laborales, el nuevo propietario debe hacer frente a las mismas. Asimismo, está obligado a mantener las condiciones salariales, antigüedad y categoría reconocida para los trabajadores por el dueño anterior.

Por ello, antes de iniciar con el proceso de compra es importante constatar la existencia de trabajadores contratados y deudas impagas.

Obligaciones fiscales

El nuevo dueño es responsable solidario de las obligaciones fiscales adquiridas por el antiguo propietario y derivadas de su función. Esto según lo establece el artículo 42.1.c de la Ley 58/2003. 

Además, el nuevo titular será responsable de las obligaciones, incluidas las retenciones no ingresadas, si el anterior propietario no las cumplió adecuadamente. Hay que prestar especial atención a la compra de empresas que incluyan bienes de inversión, pues la legislación puede afectar al nuevo dueño.

En términos generales, es recomendable solicitar un certificado de estar al día con las obligaciones de Hacienda y Seguridad Social.

Tasas municipales (basura y agua)

El nuevo dueño responderá a las deudas derivadas de tasas municipales del antiguo titular. Sin embargo, son las ordenanzas municipales quienes obligan y regulan estos pagos.

Existen algunos ayuntamientos en los que estos conceptos se adjudican directamente al dueño del local, con repercusión al arrendatario. Por ello, es recomendable revisar la situación de la compañía en el ayuntamiento correspondiente.

Deudas con el propietario del local

El nuevo titular no debe asumir deudas del dueño anterior de la empresa con el propietario del local. En el caso de que existan obligaciones pendientes, las mismas deben dirimirse por vía judicial.

Ventajas de comprar una empresa con deuda

Como destacamos antes, muchos inversores compran empresas con deudas. Algunas de las ventajas de comprar empresas con deudas son:

Forma de inversión

Comprar una empresa con deuda supone una oportunidad de inversión que les permite a los compradores beneficiarse de:

  • Diversificación de su cartera de negocios.
  • Ampliación de la presencia en el mercado con respecto a la competencia.
  • Cartera de clientes previa.
  • No tener que adquirir infraestructura nueva como máquinas, tecnología, etc.

Empresa ya creada

El comprador no tiene que crear una empresa desde cero, lo que implica no tener que registrar la sociedad nuevamente. Al adquirir la empresa, solo debe asumir las deudas pendientes y responder por todas y cada una de ellas.

En funcionamiento desde la compra

Una empresa con deudas sigue estando operativa, por lo que el comprador dará continuidad a la operación independientemente de las obligaciones de pago. Gracias a esto, es posible empezar a obtener ganancias rápidamente.

Precio de compra más bajo

Asumir las obligaciones pendientes de una empresa supone acceder a un precio de compra más bajo. En general, esto se puede considerar como una ventaja para el comprador quien desea deshacerse de las deudas cuanto antes.

Imagen y reputación de la empresa

El comprador puede beneficiarse de la empresa con deuda, siempre que ésta cuente con buena reputación e imagen. Esto es una forma natural de seguir con el negocio y reponerse del pago de deudas.

Alternativas a vender una empresa con deuda

Si no quieres vender la empresa, hay tres opciones a considerar:

Cambiar el administrador

Si no puedes responder por las deudas impagas, transfiere la dirección de la compañía. En muchos casos, un profesional especialista puede tomar mejores medidas para sacar a flote la empresa.

Cabe precisar que el sueldo de un CEO y sus asesores supone un gasto importante, por lo que se traduce en una obligación más que debes asumir.

Hacer una liquidación ordenada

En este caso, se deben pagar las deudas pendientes de cualquier forma, por medio de préstamos u otras opciones. Posteriormente, se procede con el cierre de la empresa, sin que exista acreedor alguno. Esta es una solución bastante simple para disolver una empresa con deudas.

No es necesaria la intervención de un juez cuando la empresa se cierra de esta manera. Su mayor desventaja es que el dueño de la compañía debe tener el capital para saldar todas las deudas pendientes.

Solicitar un concurso de acreedores voluntario

Este es el primer paso para el cese de funciones de una empresa con deudas, cuando no hay más opciones. En este caso, el procedimiento requiere de intervención judicial. Antes de empezar con el proceso, se recomienda dar inicio al preconcurso de acreedores.

Este proceso tiene como finalidad simplificar la situación por medio de la negociación con los diferentes acreedores. En caso de conseguir un acuerdo, en el mejor de los casos, se reducen las deudas pendientes.

De no llegar a un acuerdo, voluntariamente se puede solicitar la declaración del concurso de acreedores en un plazo de 2 meses, alegando la incapacidad de pago de las deudas.  Este procedimiento se presenta ante el Juzgado Mercantil y requiere de 5 etapas:

  • Actos previos: inicia con la solicitud del concurso ante el Juzgado, hasta el registro a trámite de la misma.
  • Fase común: en esta fase se declara el concurso por medio de los documentos pertinentes. Además, se nombra al respectivo administrador concursal, quien determina la masa activa y pasiva, y clasificación de los créditos.
  • Fase de convenio: en esta etapa, se intenta obtener un descuento en las deudas de la empresa. Si se logra el descuento, no puede ser mayor al 50% de la deuda y la negociación no debe durar más de 5 años.
  • Fase de liquidación: si la etapa de convenio no rinde resultados, se procede con la liquidación de la empresa.
  • Calificación: es el dictamen final del concurso de acreedores.

Si la empresa con deuda, no tiene capital para pagar las obligaciones pendientes, se recurre al concurso exprés, acogido en la Ley Concursal. De acuerdo con esto, al mismo que se declara a trámite el concurso de acreedores, se concluye para avanzar a la siguiente instancia.

Es importante que concurran ciertos requisitos:

  • No se pueden recuperar activos transferidos fuera de la empresa dos años antes del concurso.
  • El concurso no es culpable, lo que quiere decir que, los administradores no agravaron la insolvencia.
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