deudor de buena fe

El deudor de buena fe, es aquella persona insolvente que demuestra buena fe, lo que le ayuda a beneficiarse de la exoneración de sus deudas. Lo cual se logra utilizando la ley de segunda oportunidad, pero se necesita saber cómo se determina y cuando ocurre la buena fe.

Para que la persona sea considerada como un deudor de buena fe debe cumplir con una serie de requisitos establecidos en la Ley Concursal. Los requisitos que debe cumplir son antes, durante y al finalizar el proceso de segunda oportunidad.

El concepto de buena fe

Lo primero es definir el concepto de buena fe que se encuentra establecido en el artículo 7 del Código Civil.

  1. Los derechos deberán ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe.
  2. La Ley no ampara el abuso del derecho o el ejercicio antisocial del mismo.

Artículo 7 del Código Civil

Esto ayudará a determinar cómo influye en la exoneración del pasivo insatisfecho.

La definición de buena fe se refiere a la actuación de una persona fundada en la rectitud de su conducta, honradez y  veracidad. Esta definición se ha convertido en un principio general del derecho, la cual es de gran ayuda para esclarecer situaciones que pueden ser discutidas o litigiosas.

En el derecho el principio de buena fe es un concepto jurídico indeterminado, porque no está regulado o definido. Porque es un comportamiento que se espera de una persona, que actúe de forma ética y que tenga una actitud que sea aceptada por la sociedad.

¿Qué es un deudor de buena fe?

La definición de deudor de buena fe según la Sentencia del Tribunal Supremo 2253/2019, no tiene relación con el Código Civil. Debido a que la definición se encuentra sujeta al cumplimiento de los requisitos establecidos en la Ley Concursal.

Es de gran importancia debido a que es necesario para poder acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. El deudor de buena fe significa que no es suficiente presentarse como una persona que ha actuado de buena fe, sino que debe cumplir varios requisitos establecidos en la ley.

La ley Concursal es la que establece quien es un deudor de buena fe y quien lo determina es el juez. Esto lo hará de acuerdo con una serie de condiciones establecidas en la ley y de forma objetiva determina si una persona que tiene obligaciones no ha cumplido es un deudor de buena fe.

La buena fe ayuda a determinar si el deudor se encuentra en situación de insolvencia sin haberla ocasionado con engaños o malas artes. Para ser considerado deudor de buena debe cumplirse con los requisitos dispuestos en el artículo 178 bis de la Ley Concursal:

  • La calificación del concurso fortuito.
  • El juez lo que busca con esta idea es asegurarse de que la situación de insolvencia del deudor se origina por la adversidad. Esto significa que es por mala suerte y lo que se busca es no cubrir situaciones en las que las deudas se hayan originado por la mala fe.

Situación jurídica del deudor

El deudor para ser considerado de buena fe no puede haber sido condenado en sentencia firme, en los 10 años antes de la declaración del concurso, por los siguientes delitos:

  • Por falsedad de documentos.
  • Delitos contra Hacienda Pública, contra el patrimonio, contra la Seguridad Social, contra el orden socioeconómico.
  • Y contra los derechos de los trabajadores.

En casos de existir un proceso penal pendiente, el juez no dictará su decisión hasta que se tenga una sentencia firme.

Celebración del acuerdo extrajudicial de pagos

El deudor debe haber intentado o celebrado un acuerdo extrajudicial de pagos con sus acreedores. La celebración de un acuerdo extrajudicial es un procedimiento muy importante para continuar con el proceso de exoneración de deudas y acogerse a la ley de segunda oportunidad.

Cuando en este procedimiento se logra un acuerdo, se obtiene una refinanciación de la deuda, pero esto no siempre es posible. Pero cuando el deudor muestra el interés de refinanciar sus deudas, se puede apreciar que está poniendo todo lo que está a su alcance para mejorar la situación.

Artículo 84 de la Ley Concursal

El deudor debe haber cumplido totalmente con los créditos contra la masa, según lo establecido en el artículo 84 de la Ley Concursal. También tiene que haber cumplido con los créditos concursales privilegiados en al menos el 25 % del valor. En caso de no haber intentado un acuerdo extrajudicial de pago previo.

Esto  demuestra que el deudor ha asumido los gastos y costes originados por la solicitud del concurso de acreedores. Los más frecuentes son: el coste del mediador concursal y demás gastos judiciales.

En los casos de que ninguna de estas condiciones se cumplan, el juez para considerar la buena fe del deudor exigirá lo siguiente:

  • El deudor debe aceptar someterse a un plan de pagos después de escuchar a los acreedores y que sea aprobado por el juez.
  • El cumplimiento del deudor de las obligaciones de colaboración con el juez y la administración concursal.
  • El deudor no puede en los últimos 10 años haber obtenido el beneficio de la segunda oportunidad. Tampoco puede haber rechazado una oferta laboral acorde a su capacidad en los 4 años antes de la declaración de concurso.

El deudor tiene que aceptar en la solicitud de exoneración de pasivo insatisfecho, que el logro de este beneficio aparezca en la sección especial del Registro Público Concursal. Al cual tendrá acceso el público por un plazo máximo de cinco años.

El deudor para ser considerado de buena fe debe cumplir obligatoriamente con todas estas condiciones, qué será lo que le permita acogerse a la ley de segunda oportunidad. Si el deudor no cumple con los requisitos que establece la ley, las deudas no  podrán ser exoneradas a través de la ley de segunda oportunidad.

¿Qué tiene que hacer un deudor para ser de buena fe?

Las condiciones que debe tener una persona para ser considerada como un deudor de buena fe, son las siguientes:

  • Lo principal y más importante es ser sincero y honesto como deudor con la información que facilita. La información es la relacionada con los gastos e ingresos que tiene, las deudas y el patrimonio.
  • En caso de que el deudor de forma inesperada reciba durante el procedimiento una gran cantidad de dinero debe comunicarlo. Esto debido a que al variar su situación económica, puede cambiar el desarrollo del procedimiento.

El deudor durante todo este procedimiento será protegido por la Ley, lo que significa que sus deudas no aumentarán porque los intereses quedan paralizados.

Durante el proceso el deudor no puede solicitar un nuevo préstamo o un nuevo financiamiento. Tampoco podrá vender o comprar bienes, sólo que tenga la autorización del juez y del mediador. En caso de que lo requiera debido a su actividad económica, podrá solicitar una autorización judicial.

La cancelación de la deudas del deudor de buena fe

La exoneración del pasivo insatisfecho es la posibilidad que tiene el deudor de buena fe de eliminar gran parte de las deudas contraídas. Este proceso se origina cuando una persona se encuentra en una situación de insolvencia inesperada.

Este beneficio puede ser solicitado por una persona natural que cumpla con los requisitos que establece la Ley Concursal y ser considerado como un deudor de buena fe.

Se trata de una medida establecida en la ley de segunda oportunidad. Esta medida se origina cuando en el acuerdo extrajudicial de pagos (AEP) no llegan a un acuerdo. Entonces el mediador concursal establece el concurso consecutivo del deudor.

Cuando el deudor de buena fe se acoge a la exoneración del pasivo insatisfecho (BEPI) logra la cancelación de las deudas que sean impagables. Debido a que no cuenta con el patrimonio suficiente ni provisional ni de forma definitiva.

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