El delito de extorsión consiste en obligar a alguien a hacer algo mediante amenazas o violencia ocasionando daños en el patrimonio de terceras personas o de sí mismo. En España, esta acción se considera un acto delictivo que se regula en el Código Penal, específicamente en el artículo 243.
Cabe mencionar que la comisión de este delito implica perjuicios al patrimonio u orden socioeconómico. Para que se considere la existencia del delito de extorsión, debe tratarse de un acto llevado a cabo con el objeto de incrementar el patrimonio del autor. Dicho de otra forma, el delito debe procurar un beneficio financiero.
Tabla de contenido
- 1 ¿En qué consiste el delito de extorsión?
- 2 ¿Dónde se regula el delito de extorsión?
- 3 Requisitos para que exista delito de extorsión
- 4 ¿Qué sujetos forman parte de la comisión del delito de extorsión?
- 5 ¿Qué tipos de extorsión existen?
- 6 ¿Las amenazas, el chantaje, la coacción y el delito de extorsión son lo mismo?
- 7 ¿El delito de extorsión y el robo con intimidación son iguales?
¿En qué consiste el delito de extorsión?
El concepto de extorsión se origina del vocablo extorsio proveniente del latín que se traduce en: presión que una persona aplica sobre otra para obligarlo a ejecutar una acción determinada y conseguir, de esta manera, un beneficio monetario o de cualquier otro índole.
De acuerdo con esta definición, el delito de extorsión abarca agresiones, amenazas, intimidaciones o cualquier acto que doblegue el deseo de la víctima. Como destacamos antes, se trata de un acto delictivo que se condena como tal, según lo establece la norma.
Debido a las características de este tipo de delito, se encuentra dentro de los crímenes pluriofensivos. En palabras simples, esto quiere decir que no afecta a un solo bien jurídico, sino a varios. Cuando concurre el delito de extorsión se ve afectada la integridad física de la víctima, la propiedad y su libertad.
¿Dónde se regula el delito de extorsión?
En el Código Penal, se tipifica el delito de extorsión en su artículo 243. Cualquier individuo que obligue a otro a realizar u omitir una actividad jurídica o acto repercusivo en el patrimonio del mismo o de una tercera persona, usando la intimidación o violencia para conseguirlo; incurre el delito de extorsión.
En este sentido, debe ser castigado por ley. La legislación actual establece pena de encarcelamiento de 1 hasta 5 años para las personas que lleven a cabo este tipo de delito.
Requisitos para que exista delito de extorsión
Para determinar la existencia de delito de extorsión, es necesario que se cumplan algunos requisitos tipificados en el Código Penal Español. Estos requisitos son los siguientes:
- En primer lugar, el autor de este delito debe actuar con el objetivo de conseguir un beneficio financiero o lo que es lo mismo con ánimo lucrativo.
- Otro requisito para que exista este delito es que debe haberse ejercido intimidación o violencia en la víctima para que ésta actuara de una forma determinada con perjuicio propio o en terceros.
- La consumación del delito sucede cuando la víctima no ejecuta o deja de realizar un acto pese a su propia afectación o la de alguien más. Todo esto como consecuencia de la intimidación o violencia aplicada por el autor del delito.
¿Qué sujetos forman parte de la comisión del delito de extorsión?
En el caso del delito de extorsión intervienen dos sujetos: activo y pasivo. En el primer caso, el sujeto activo es la persona que lleva a cabo el delito de extorsión y puede ser cualquier individuo. Por otro lado, el sujeto pasivo es la víctima quien, en este contexto, sufre violencia o intimidación por parte del sujeto activo.
¿Qué tipos de extorsión existen?
El delito de extorsión se puede llevar a cabo de diferentes formas con el mismo objetivo. Algunos de los tipos de extorsión más comunes son:
Extorsión por medio de llamadas telefónicas
Una de las modalidades más frecuentes de extorsión se lleva a cabo mediante llamadas telefónicas. En estas situaciones, los extorsionadores establecen comunicación telefónica con individuos al azar con la intención de coaccionar a la víctima para que realice acciones o transacciones en beneficio económico del delincuente, utilizando métodos como la violencia, las amenazas o la intimidación.
Los criminales pueden hacerse pasar por un hijo u otro familiar, alegando falsamente que han sido secuestrados y agredidos. De esta manera, buscan aprovecharse de la víctima, presionándola para que pague un rescate.
Centro de llamadas fraudulento
Los extorsionadores utilizan diversos métodos para engañar a sus víctimas, y una de las estrategias que emplean es la creación de un falso centro de llamadas.
En este escenario, el delincuente se hace pasar por un empleado de un banco o una institución financiera con el propósito de intimidar a la víctima y persuadirla para que efectúe un pago. Por lo general, lo hacen argumentando que tiene una deuda pendiente con dicha entidad que ha vencido.
Extorsión a través de WhatsApp
La popular aplicación de mensajería instantánea no solo se emplea para comunicaciones familiares, laborales o amigables, sino que también es utilizada por algunos individuos con fines delictivos.
Este es el caso de los tipos de extorsión que se realizan a través de mensajes de WhatsApp. Estas actividades ilícitas involucran la comisión de otros delitos cibernéticos, como el “phishing” o la suplantación de identidad.
Uno de los métodos de extorsión más comunes mediante WhatsApp implica la solicitud de dinero por parte de un presunto amigo o familiar que está pasando por problemas.
En estos casos, los delincuentes se hacen pasar por un contacto conocido de la víctima y, a través de amenazas o intimidaciones. Posteriormente, intentan persuadir para que realice un depósito o transferencia de dinero a una cuenta que creen que pertenece al familiar en apuros.
Sextorsión
La sextorsión es un delito de chantaje sexual que se observa con frecuencia en la actualidad. Este tipo de delito se produce cuando los criminales poseen o afirman tener imágenes, videos u otro material audiovisual de carácter privado perteneciente a sus víctimas. Amenazan con hacer públicos estos contenidos a menos que reciban una compensación económica a cambio.
En numerosas ocasiones, el material íntimo en cuestión es generado por la propia víctima con la intención de compartirlo con su pareja o para participar en prácticas de sexting ocasional.
Sin embargo, en otros casos, los delincuentes pueden utilizar fotomontajes o manipulaciones digitales para llevar a cabo el chantaje o la coacción.
Extorsión presencial
En contraposición a los escenarios previos, las extorsiones presenciales no se llevan a cabo mediante medios electrónicos o comunicación a distancia. Este tipo de extorsión implica que los delincuentes se presenten físicamente ante la víctima en tiempo real para perpetrar el acto delictivo.
En esta modalidad, el criminal confronta a la víctima, exigiendo una cantidad de dinero a cambio de no causarle daño. Ante una situación de extorsión presencial, se aconseja mantener la calma y evitar rechazar directamente al extorsionador.
Es importante intentar ganar tiempo y buscar la manera de alejarse del lugar para solicitar ayuda. Una vez que el extorsionador se ha retirado, es fundamental denunciar el incidente a las autoridades competentes para garantizar la seguridad.
¿Las amenazas, el chantaje, la coacción y el delito de extorsión son lo mismo?
La respuesta es no. Si bien es cierto que se tratan de delitos semejantes, la legislación española distingue entre un delito y otro. Para llevar a cabo un delito de amenaza es suficiente usar palabras que representen intención de dañar a una persona, siempre que estas constituyan un delito.
En el caso del delito de amenaza, no es obligatorio que la víctima experimente afectación emocional generada por el autor para que concurra el crimen. En este contexto, el bien jurídico protegido es el derecho a la tranquilidad y la libertad de la víctima que se vulneran por medio de las amenazas.
Por otro lado, el delito de chantaje también se suele confundir con el delito de extorsión. En el primero de estos, el autor del delito solicita un pago a su víctima o cualquier otro beneficio a cambio de no revelar información íntima que dañe su honor o reputación. Los bienes jurídicos que se afectan en la comisión de este delito son: la intimidad, la libertad y el patrimonio.
Finalmente, la diferencia entre el delito de extorsión y la coacción se basa en el tipo de beneficio que pretende recibir el autor. Cuando se trata de delito de coacción, el bien jurídico protegido es la libertad.
Quien comete este delito es la persona que sin estar legalmente facultado, obstaculice a otro aplicando violencia para ejecutar acciones legales o lo obligue a ejecutar actos que no desea, sea legal o ilegal.
¿El delito de extorsión y el robo con intimidación son iguales?
En ambos casos, existe una intención por parte del autor de conseguir un beneficio económico. Dicho de otra forma, el objetivo en los dos delitos es lucrativo. De la misma manera, en ambos delitos existe una conducta intimidatoria o violencia a fin de conseguir el resultado deseado.
Ahora bien, la diferencia entre un tipo de delito y otro es que en el robo, el sujeto pasivo entrega sus bienes debido a la intimidación ejercida. Por otro lado, en la extorsión se le obliga a mentir o realizar una acción en contra de su voluntad.